| Artículo principal | Argumento | Reparto y equipo |
12 de febrero de 2006
En un aeropuerto, John Reese encuentra a Jessica. A ella le sorprende verle de vuelta, pero él revela que está a punto de dirigirse a una nueva misión secreta. En cuanto Reese nota que ella tiene un anillo en el dedo, Jessica le comenta que está prometida con un hombre llamado Peter Arndt.
Jessica le recuerda que él fue el que se marchó, diciendo no querer causarle ningún dolor caso acabase muriendo durante el servicio militar. Le dice que para él es más fácil estar solo y Reese, teniendo en cuenta sus experiencias de vida, le responde "al final, estamos todos solos y nadie aparece para salvarte."
Jessica, que claramente sigue enamorada de Reese, le dice "Dime que te espere. Dime esas palabras, y lo haré." Reese no le pide nada, pero espera hasta que ella se marcha y susurra "Espérame... por favor."
Despertando a un sobresaltado Finch, Reese recibe los detalles acerca de la más reciente persona de interés: Joey Durban, un ex-marine que recientemente ha regresado desde Afganistán y actualmente trabaja como portero de un hotel. Tras clonar su teléfono móvil, Reese lee un mensaje enviado a Joey que contiene el texto "ANCHOR D0.GG -GC.I.E. 1630." Descubriendo que es la dirección de un banco, Reese acaba situándose en medio de un atraco. Joey y su equipo de ladrones se marchan minutos después, ilesos, mientras Reese impide que un guardia de seguridad les dispare.
Reese sigue a Joey y le observa entregando dinero a una mujer rubia, pese a que está prometido con su novia Pia Moresco, quien le ha esperado durante seis años mientras estaba fuera. Reese también ve a uno de los ladrones trabajando como conductor de taxi, quien le entrega más dinero a Joey.
Identificándole como Willis, Finch averigua que una de sus paradas ha sido en un bar llamado The Green Zone, propiedad del ex-soldado Sam Latimer, que además es el jefe del grupo de ladrones. Visitando a Latimer bajo la identidad de ex-soldado Tony Miller, Reese trata de acceder al grupo, aunque Latimer le dice que no hay vacantes.
Finch se encarga de que haya una vacante poniendo armas de fuego en el taxi de Willis y llamando a la policía, quienes le arrestan. El grupo de ladrones se lleva a Reese para cuestionar su interés por meterse en el equipo. Reese afirma haber luchado en la división de infantería 107, en la misma unidad que el resto de los miembros. Al final, Joey le entrega un móvil diciéndole que no les llame, sino que espere a que ellos le llamen.
En la comisaría de policía, el detective Molina (del departamento de robos) se acerca a Carter para enseñarle grabaciones de vigilancia del robo anterior, en el que se ve a Reese impidiendo que el guardia dispare. Carter en seguida nota que los ladrones se mueven como soldados. Sabiendo acerca de la búsqueda de Carter por el hombre trajeado, Molina sugiere que Reese les podría estar ayudando.
Tras examinar la grabación más de cerca, Carter reconoce la radio de los ladrones al notar que es la misma que ella utilizó cuando estuvo en Afganistán e Irak. La radio es restringida únicamente para personal militar. Carter consulta un informe de Fuerte Drum en el que mencionan un dispositivo de radio robado alrededor de seis meses atrás. Siguiendo esta nueva pista, Carter y Molina empiezan a investigar a ex-soldados de Fuerte Drum que actualmente viven en Nueva York.
Tras observar durante un momento a Joey mirando a la mujer rubia desde cierta distancia, Reese nota que hay una niña con ella. Reese finge encontrarse con Joey de repente y Joey acaba abriéndose al hablar sobre sus sueños y esperanzas de tener éxito al volver a casa, cosa que no ha ocurrido debido al control que tienen los banqueros sobre todo. La conversación es escuchada por dos banqueros, lo que lleva a una breve pelea de bar.
Después, Joey acaba revelando que los robos le ayudan a pagar una obligación que tiene, aunque no tiene hijos. Mientras, Finch identifica a la mujer rubia y a su hija como Stacy y Amy Miles, aunque el nombre del padre se desconoce.
Straub, uno de los otros ladrones que tiene deudas de juego, se queja a Latimer de que necesita más dinero. Latimer le comenta acerca del próximo robo, en el que obtendrán 400.000$ y, como siempre, lo repartirán entre él y los soldados. Cuando le preguntan si el trato sigue siendo el mismo si alguno de ellos acaba muriendo, Latimer les dice que sí.
Según se va acercando el golpe al casino, Reese decide entrar para poder proteger a Joey. Molina y Carter siguen los datos de un rastreador GPS instalado en el teléfono de otro ladrón y llaman para pedir refuerzos. Recibiendo el aviso de Finch, Reese hace que el robo sea más rápido y gran cantidad del dinero se queda atrás.
Finch ve que Joey ha ingresado casi diez mil dólares en la cuenta bancaria de Amy Miles en los últimos cuatro meses y descubre que el padre de la niña es Frank Stephens, un soldado que falleció en Afganistán.
Joey revela que Frank le reemplazó durante una patrulla y acabó siendo asesinado en un ataque. Está ayudando a que Amy tenga un buen futuro, aunque Pia no sabe nada sobre ello.
Fingiendo ser un antiguo compañero de Joey en el ejército, Reese visita a Pia y le convence de que Joey realmente la ama. Luego, pide a Finch que llame a la policía durante el próximo robo del grupo, que tendrá lugar más adelante durante esa misma noche. Mientras tanto, Carter descubre el informe de dos soldados asesinados, con los dispositivos de radio robados encontrados junto a sus cuerpos. Deduce que el grupo de Latimer cambia constantemente de integrantes, con nuevos soldados reemplazando a los que caen durante los atracos.
Latmier habla por teléfono con su jefe, mencionando que el próximo atraco va a ser el último que haga el grupo. Finch escucha la conversación pero es incapaz de avisar a Reese ya que Straub — siguiendo órdenes de Latimer de mantenerle vigilado — le obliga a que se quite su auricular. Llegado el momento del atraco, que resulta ser en un lugar de almacenamiento de pruebas policiales, el equipo se encuentra con varios guardias y con Finch, que está allí para avisar sigilosamente a Reese de que aquello es una trampa.
A pesar de los intentos de Reese de avisar al equipo, Straub insiste en que terminen el trabajo y se apodera de una caja de pruebas en la que puede leerse el nombre M. Elias. Uno de los guardias dispara a Teddy, hiriéndole y haciendo que el departamento de policía de Nueva York sea alertado de los disparos. En la furgoneta de los ladrones, Latimer dispara a Straub y a Teddy y escapa. Reese y Joey acaban siendo los únicos supervivientes, logrando escapar de allí justo en cuanto Carter y Molina aparecen y descubren más dispositivos de radio.
Reese sugiere a Joey que se marche de la ciudad con Pia y le ayuda entregándole algunos miles de dólares. Posteriormente, Carter utiliza su radio recién encontrada para contactar con Reese, afirmando saber que él es inocente pero avisándole de que va a acabar siendo arrestado o muriendo. Reese tan solo responde que "se la jugará."
En un apartamento oscuro, Latimer entrega la caja de pruebas a Elias. Reese consigue llegar a su ubicación, pero al llegar allí tan solo se encuentra con un apartamento vacío y a Latimer asesinado. Finch, que no sabe quien es Elias, se dispone a averiguarlo. Luego, en una estación de autobuses, Joey y Pia se marchan hacia Phoenix mientras Reese observa desde la distancia.